Muertec!!!

hola a todos! pues hoy les dejo una entrada sobre muertec jejeje!

Bueno pues este es mi primer muertec y la verdad me ha gustado mucho y todos los altares se ven muy creativo0s aunque creo que mañana todos estaremos exaustos, pues fue un gran trabajo el que todos realizamos y espero que ganemos jejeje!! pero la verdad creo que todos nos divertimos mucho0!!!!!

jejeje!!! bueno espero que dejen sus comentarios del muertec! espero buenos resultados y les deseo suerte!!!

bye!!! lili!!

Samsung Dice: Blue Ray 5 años para su Muerte

 

– Andy Griffiths, director de electrónica de consumo de Samsung UK, dijo en una entrevista a Pocket-lint que a Blu-ray sólo “le quedan cinco años”, y que “ciertamente no le daría diez”. También confesó que había pensado que el 2008 sería el año de Blu-ray, pero que de todas maneras “será gigante” y que Samsung tiene muchísimos pedidos en espera. Griffiths también predijo que las pantallas OLED remplazarán a las LCD en el 2010, pero no mencionó la muerte de la tecnología, como con el Blu-Ray.

Las declaraciones de Andy van en contra del pronostico de la gente de Sony que le habia dado un estimado de vida de 10 años al Blu-Ray junto con el PS3.

JACK EL DESTRIPADOR

En el otoño de 1888 se sembró el terror en las calles del East End de Londres. Durante 10 semanas este barrio fue el escenario de una serie de crímenes, lo que años más tarde fue denominado el «otoño del terror», nombre con el que bautizó un autor de la época a estos días sangrientos, que conmovieron hasta a la reina Victoria, quien encomendó al Ministro del Interior en un documento, que era prioridad apresar al asesino de prostitutas.

Es así como los crímenes perpetrados por el siniestro personaje Jack The Ripper (nombre con el cual firmó las cartas que enviaba a Scotland Yard) se pierden en las transitadas calles de una marginal zona de Londres y llenan de espanto y conmoción a una sociedad victoriana que nunca supo, en definitiva, quien fue en realidad «El Destripador». Su primer crimen oficial, por así decirlo, el que reconocen todas las crónicas, tuvo lugar el 31 de agosto, aunque en su día se sospechó que por lo menos dos asesinatos anteriores menos publicitados habrían sido también obra suya.

Jack el destripador es el paradigma asesino serial, un fantasma que se pierde en noche y la bruma londinense, un hombre q nunca fue visto, que no pudo ser detenido y que su repentina desaparición no implica en absorto que haya muerto.

Por este motivo este caso en particular en los anales de la historia de Scotland Yard es un enigma, un misterio que se terminó convirtiendo casi en una leyenda.

Al destripador han llegado a atribuírsele 14 asesinatos algunos anteriores a 1888 y otro posteriores al mismo año. Es sólo en 5 crímenes donde no existen dudas que fueron cometidos por el mismo homicida.

Jack el destripador era un hombre de mediana estatura, iba muy bien vestido y solía frecuentar las calles del barrio Whitechapel ( Londres), calles oscuras y nebulosas, alumbradas por pequeños farolillos y velas. Era en esas noches cuando Jack acudía para visitar a las prostitutas que abundaban en aquellas calles del Londres más marginal.

Sus crímenes pronto se harían famosos, envolviendo de miedo las calles del barrio Whitechapel. Sus víctimas se encontraron en un estado desolador. El asesino, con la precisión de un magnífico cirujano de la época, habría en canal a sus víctimas, dejando a la vista todo lo que ellas llevaban dentro. Las viscerales imágenes con las que se encontraron los testigos de aquellas atrocidades, solo eran comparables con la expresión de los rostros de sus víctimas.

Su primera víctima, Mary Ann Nichols, su cuerpo sin vida fue encontrado en la madrugada el 31 de agosto de 1888. el cadáver reflejaba que en el momento de los hechos se llegaron a utilizar dos cuchillos que al parecer, podían ser instrumentos de cirugía, lo que hizo pensar que se tratase de un médico.

Elizabeth Stride, asesinada el 30 de septiembre de 1888, de forma brutal, su cabeza estaba casi completamente separada del cuerpo, destripada (al igual que las demás) pero de una manera profesional, lo que delataba que el asesino o asesinos tenían conocimientos de cirugía.

 

 

 

Hubo gente que aseguró que Jack el destripador era un famoso médico que vengaba la muerte de su hijo, quien había contraído una enfermedad con prostitutas e incluso se dijo que el asesino podía ser algún miembro de la familia real, concretamente Edward, el duque de Clarence, hijo del rey Eduardo VII que murió a los 28 años, curiosamente poco después de los asesinatos. A pesar de los testimonios y las numerosas pruebas, la verdadera identidad de Jack el destripador, seguía envuelto en el más oscuro de los misterios. Pero los rumores, de las gentes del barrio Whitechapel, parecían esclarecer el enigma y todo apuntaba que el hombre que realizaba esos brutales asesinatos fuera alguien de la alta sociedad, alguien que por mucho que hiciese nunca podría llegar a ser condenado, alguien ¿como James Maybrick?.

Todas las hipótesis y descripciones policiales apuntaban a James Maybrick, pero jamás se encontraron pruebas definitivas que lo inculparan.

El 27 de septiembre de 1888, la agencia policial ubicada en la Fleet Street recibió una carta firmada por Jack el Destripador. Sería solamente la primera de un posterior aluvión de misivas que le serían atribuidas. En ella, escrita con una nada casual tinta roja, decía así: «No cejaré en mi tarea de destripar putas. Y lo seguiré haciendo hasta que me atrapen. El último trabajo salió bordado (.). No les importe llamarme por mi nombre artístico». La policía, completamente desorientada, decidió publicar la carta en un diario con la esperanza de que alguien reconociera la letra. Pero lo único que consiguió fue desatar el terror colectivo. 

Mientras Jack asolaba los barrios de prostitutas sin dejar rastros, el pasatiempo favorito de los londinenses era descubrir quién se encontraba detrás del criminal, hasta que en el mes de septiembre de 1888 el asesino se da a conocer enviando una carta a la Agencia Central de Noticias de Londres, la cual llevaba la firma de Jack The Ripper.

La esquela decía: «Anduve oyendo que la policía ya sabe quién soy. Me he reído al verlos decir que están en la dirección correcta […] Amo mi trabajo y ya quiero empezar de nuevo. Pronto volverá a escuchar de mis divertidos juegos /. . .. Suyo sinceramente, Jack, el destripador».

Ese mismo mes, el destinatario de otra carta es Charles Lusk, jefe del comité que patrullaba el barrio de los crímenes, esta decía:  «Lusk puede buscar en todo el infierno pero no me encontrará aunque estoy frente a su nariz todo el tiempo. Su viejo amigo Jacky».

Eso no fue todo: también le envió un paquete y una nota: «Desde el infierno. Mister Lusk, le envío la mitad de un riñón que tomé de una mujer. La otra la freí y la comí. Estaba muy bien.Agárreme si puede».

Las victimas de Jack el destripador fueron Mary Ann Nicholls, Annie Chapman, Elizabeth Stride, Catharine Eddowes, y Mary Jane Kelly.

El asesinato de Mary Kelly creó el pánico absoluto en el barrio, haciendo estallar episodios esporádicos de violencia en la muchedumbre. La actividad policial era frenética, cada rincón fue registrado, cada sospechoso detenido e interrogado a fondo, pero no por eso la policía dejaba de ser duramente criticada. Nunca más se volvió a saber del asesino. No hubo más cartas ni más crímenes, parecía que Jack el Destripador hubiese abandonado la escena del crimen para siempre, y finalmente el caso fue cerrado en 1892, el mismo año en que el Inspector encargado del caso se retiró.

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Lo único que hoy en día tenemos claro es que no se trataba de un delincuente cualquiera. Sus hechos demuestran que era una persona con gran inteligencia y tal vez una educación superior a la población de Withechapel, incluso puede que fuese alguien de clase alta. Tal vez tuviese un trastorno de la sexualidad o un trastorno mental que le provocase esa compulsividad y obsesión a la hora de cometer los crímenes. Su afán de reconocimiento y el hecho que resaltase con las cartas enviadas a la prensa su inteligencia, demuestra que también era una persona insegura y llena de complejos. Pero mientras Scotland Yard mantenga sus archivos en el más absoluto secreto, otros autores seguirán suscitando sospechosos que mantengan la leyenda del Destripador viva.

 

Los trailers se quedan mudos….

Día curioso este que termina hoy. Hollywood amanece entristecida por el fallecimiento de Donald LaFontaine y todos los portales encabezan sus titulares con la frase «En un mundo sin Donald LaFontaine». ¿Quién es este señor? Pues es una de las voces, si no la Voz, que se ha escuchado durante muchísimos años en los trailers más importantes de Estados Unidos, más de 3500 participaciones tiene a sus espaldas. Una voz grave, que embriaga, con un tono fuerte y de una presencia que te marca una vez la has escuchado. Recuerdo hacer muchas bromas en modo imitación de LaFontaine con amigos para reirnos un rato. Siempre me impactó su fuerza. Para recordarle y que ustedes se den cuenta como sonaba este maestro del «trailerismo» les dejo el avance Terminator 2: Judgement Day (1992) de James Cameron.